Un osito de peluche de Taiwan...

un osito de peluche de Taiwán
una cáscara de nuez en el mar
suavecito como la alfombra de piel
delicioso como el dulce de leche
dentro de mi lecho duerme un angél
que suspira boquiabierto
entre nubes de algodón
junto con la luz de la mañana
se despierta la razón y amanece la duda...

Eso es parte de una cancion de Los Auténticos Decadentes, y creo que a veces me identifica.

Solo pienso que en momentos es necesario tener algo a lo que aferrarse, como quien busca un cascara de nuez flotando en el mar en medio de una tormenta.

O tener un oso de peluche suave al que abrazar en determinados momentos, como para disfrutar de su suavidad cuando la vida se pone un poco áspera.

Claro que todo esto de forma metafórica, desde luego.

Y en ocasiones pienso que dentro de mi hay alguien muy soñador y con ganas de encontrar algo maravilloso en la vida, pero como dice la cancion, con la luz del día y el empezar a pensar, surge la incertidumbre de si vale la pena que ese soñador siga existiendo alli dentro.