Por favor, haz un clic sobre los anuncios cuando pases por mi blog, ya? =)

El problema de la separatividad y la unidad

1 comentario

Puede que la separatividad y la unidad se distingan sólo en eso. Y que, a fin de cuentas, sean la misma cosa. El que siente envidia desea lo que su  hermano tiene. Pero si empieza a darse cuenta de que su hermano y él son parte de lo  mismo, ya no sentirá que lo que tiene su hermano está apartado de él, y esa envidia se convertirá en admiración, que en el fondo no sería cambiar el sentimiento, sino cambiar la orientación de éste. Esa última frase es muy significativa.

Y puede que todos los deseos propios, los que son considerados reprobables y prejudiciales, no sean más que versiones deformadas de los deseos más puros y sublimes de los que es capaz una persona. Si nos procupamos por nosotros mismos ante todo, es porque nos imaginamos que los otros están alejados de nuestra existencia. Pero si empezamos a ver que somos parte de un inmenso mar de vidas que se correlacionan entre sí, el sentimiento de 'preocuparnos sólo por nosotros' se extenderá a todo lo que conocemos, porque todo lo que conocemos es parte de nosotros. De nuevo no cambia el sentimiento, solo la dirección.





Entonces un deseo, actitud o anhelo calificado de no adecuado no debe reprimirse ni ocultarse, pues de esa forma el problema persistirá, pues aunque pierda fuerza, no será solucionado, porque por demás, no puede ser eliminado, solo transformado.

Y transformarlo requiere cambiar nuestra percepción del mundo, y no ser obligados a actuar de cierta forma para olvidar la falta.

El egoísmo juega un papel importante en todo esto. La persona egoísta sólo ve el mundo desde su propio lugar, en donde su piel marca la frontera entre lo que es él mismo y lo que está afuera. Y por su propio egoísmo, tenderá a hacer las cosas sólo pensando en su propio beneficio y perjucio, resultándole los problemas ajenos como casi inexistentes. Pero si llegara la ocasión en que esa persona pudiera ver que la separatividad es ficticia y que no hay límite real entre lo que somos como indivíduos y lo que somos como humanidad, o como seres existentes en este plano que llamamos físico, entonces esa actitud egoísta se expandería a toda la existencia. Y ahora esa persona hará las cosas pensando en el beneficio de todos los seres, pues ya habrá dejado de pensar que la piel es la frontera que separa su existencia de la de los demás.

1 comentario :

Anónimo dijo...

muy cierto! todas las personas tienen las mismas inquietudes espirituales, las mismas necesidades de asociación y de afecto etc...

si uno solo piensa en sus problemas y en él mismo se sentirá vacío y perdido. La clave es la cooperación entre unos y otros :)