De mis errores

A través de mi vida me han pasado muchas cosas que considero fallos.

He perdido buenas oportunidades, en desmedro de otras que nunca me dieron lo que yo quería. He hecho malas elecciones y me han pesado. He malinterpretado a buenas personas y he sobreestimado a personas que no lo merecían. Me he caído en bicicleta cuatro veces seguidas al pasar por la misma esquina y no dar la vuelta con precisión. He prestado dinero a gente que no vale la pena (y que aun no me lo devuelve). He juzgado mal, he insultado, me han insultado, he decepcionado, me han decepcionado, pero casi nunca han sido las mismas personas. He tenido fe en cosas que nunca existieron. He buscado la felicidad justo en donde jamás estuvo. He chocado contra un árbol al saltar de un bus en movimiento, y con dos al caminar sin mirar hacia adelante.



He mirado con desprecio las cosas que más debí valorar en su momento. He esperado largo tiempo cosas que nunca necesité. He salido de mi casa de prisa, con un zapato de un par distinto en cada pie dos veces (y casi han sido tres). He pensado que he encontrado mi lugar en este mundo, para luego darme cuenta de que me he vuelto a equivocar. He observado más de la cuenta cuando debía actuar. Me he retraído cuando debía tomar la acción. He actuado cuando debía quedarme quieto. He perdido buenos amigos que no he recobrado. He elegido malos amigos, que afortunadamente después he desechado. He confiado más de lo necesario. He sido más retraído de lo que me correspondía. He tomado un bus hacia un lado cuando tenía intenciones de ir hacia el otro. He perdido la verguenza algunas veces. Se me ha perdido dinero. He esperado más de la cuenta.

Aún así, no me siento un perdedor ni podría decir que soy la suma de todos mis errores. Al contrario, me siento bien.