Charles Dickens: un escritor de excelencia

Charles Dickens es una de las mejores plumas literarias del mundo.

Dueño de una narrativa que mezcla con gracia y habilidad la ironía, un penetrante entendimiento de la sicología humana y una aguda crítica a la sociedad de su tiempo, Dickens fue un hombre que de verdad sabía escribir. La primera vez que topé con sus libros fue en mi niñez, donde empecé a apreciar lo atrapante de sus historias. Ahora que ya he crecido no dejo de disfrutar muchos pasajes de sus obras, los cuales leo repetidas veces antes de dar vuelta la página tratando de saborear su particular forma de describir a las personas y los acontecimientos que las envuelven.

Dickens es un autor que puede leerse a la ligera, pero si se posee un poco más de discernimiento, se podrá apreciar que tras sus palabras, aparentemente simples, se esconden observaciones indiscretas, reflexivas y curiosas que le hacen preguntarse al lector repetidas veces si la historia seria que se supone que está leyendo no fue escrita con una sonrisa en los labios.

Sin más palabrería, dejo algunos párrafos del libro que estoy leyendo ahora por tercera vez, "El misterio de Edwin Drood":

"- El Ser de la señorita Brobity, joven, tenía profundamente imbuído el homenaje a la mente. Reverenciaba a la mente, lanzada, o, como suelo decir yo, precipitada a un conocimiento extensivo del mundo. Cuando le efectué mi propuesta, me hizo el honor de sentirse tan subyugada por una suerte de pavor, como para serle posible pronunciar sólo dos palabras: '¡Oh, tú!', refiriéndose desde luego a mí. Sus límpidos ojos azules estaban clavados en mí, entrelazadas sus manos semitransparentes, y cubiertos sus rasgos aquilinos por una suave palidez. Y aunque animada a proseguir, no pudo agregar una palabra más. Dispuse el establecimiento paralelo por contrato privado, y llegamos a formar un solo ser casi tantro como podía esperarse en tales circunstancias. Pero jamás pudo, ni lo hizo, encontrar una frase satisfactoria para su quizá demasiado favorable opinión de mi intelecto. Hasta el mismo fin (mal funcionamiento del hígado), se dirigió a mí en iguales términos indefinidos."

"Durdles es albañil, principalmente en todo lo que se refiere a tumbas, lápidas y monumentos, de los cuales ha tomado sin duda el color de pies a cabeza. No hay en Cloisterham hombre mejor conocido. Es el libertino privilegiado del lugar. La fama lo pregona como un trabajador maravilloso -lo cual, puesto que nada de eso se sabe, podría ser (jamás trabaja)- , y un maravilloso borrachín -lo cual todo el mundo sabe que es cierto."


Su biografía en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Dickens

PD: cuidado, eso sí, con leer una buena traducción, o no se podrá apreciar la destreza de su literatura.