Los Discursos de Tuiavii de Tiavea
En 1914 el artista alemán Erich Scheurmann decide irse a la isla de Samoa para escapar de los estragos de la I Guerra Mundial.
Allí conoce al jefe indígena Tuiavii de Tiavea con quien se hacen amigos. Con el paso del tiempo el artista alemán encuentra unos escritos de Tuiavii en los que analiza nuetra civilización occidental para enseñarle a los de su pueblo cómo son y cómo viven los hombres blancos o Papalagui.
El punto de vista y las opiniones acerca de nuestras costumbres es por lo menos, muy interesante. Aún no lo he leído completo pero la profundidad de sus opiniones, dicha con palabras simples y directas, no creo que deje indiferente a alguien. Pocas veces se ha dado la oportunidad de saber cómo nos mira otra cultura. De que nosotros seamos considerados como la curiosidad, como la raza en estudio y no como la civlización superior o la más avanzada.
Dejo un par de trozos de esos escritos para que tengan una idea de lo que me refiero:
"Entre los Papalagi (los hombres blancos) no sólo los hombres, también las mujeres y hasta los niños pequeños, todos saben exactamente cuántas veces el sol y la luna se han levantado desde el día en que vieron la gran luz por primera vez. Esto es tan importante en sus vidas que lo celebran a intervalos regulares con flores y fiestas. Muy a menudo he observado que la gente se avergonzaba por mí, porque me preguntaban mi edad y yo empezaba a reírme y no la sabía. “Pero tú tienes que saber tu propia edad”. Entonces yo guardaba silencio y pensaba: es mejor para mí no saberla. “¿Cuántos años tienes?” significa cuántas lunas has vivido. Examinar y contar de ese modo está lleno de peligros, porque así se ha descubierto cuántas lunas suele vivir la gente. Entonces, guardan eso en la mente y cuando han pasado una gran cantidad de lunas, dicen: “Ahora tengo que morir pronto”. Se vuelven silenciosos y tristes y, en efecto, mueren después de un corto período."
"Cuando un joven toma a una mujer para que sea su esposa, no puede estar seguro de que le va a agradar, porque antes de esta ocasión nunca ha visto su cuerpo'. Cada muchacha cubre su cuerpo, aunque tenga la figura de la más bella Taopou, de modo que nadie puede ver y disfrutar de tan espléndida visión. La carne es pecado. Esto es lo que los Papalagi dicen, porque para ellos sólo el espíritu cuenta. El brazo que se alza a la luz del sol para lanzar un venablo... es una flecha de pecado. El pecho al que las olas del aire envuelven, es una casa donde el pecado vive. Los miembros, con los que la doncella ofrece el siva, son pecadores. Y con toda seguridad, aquellas partes del cuerpo dedicadas a hacer nueva gente y a deleitar al mundo con ellas, ¡están llenas de pecado! Todo lo que se considera carne es un pecado. Hay un veneno viviendo dentro de cada músculo, un veneno traidor que salta de una persona a otra. Aquellos que miran la carne absorben el veneno, son heridos por él y se convierten en seres tan depravados como los que la estaban enseñando. Esto es lo que la sagrada moral de los blancos nos dice."
¿Qué les parece?
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