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¿Qué esperas para ser feliz?

3 comentarios
A medida que crecemos los sueños se van perdiendo y la mirada se va tornando gris. Gris como el color de los muebles de los lugares de trabajo, a los que mucha gente concurre día a día para realizar sus tareas. Gris como el cemento de las calles, por los que muchos transitan con una mirada cansada, indiferente, carente de sonrisas. No es de extrañar que la amabilidad sea en muchos casos más una costumbre que un acto voluntario. No es de extrañar que cada uno vele sólo por sus asuntos, al existir en una sociedad en donde nuestro sistema económico nos enseña que para triunfar debemos competir y superar a los demás.

Hay personas que pasan años y años en un mismo trabajo y ni siquiera se dan tiempo para conocer a sus compañeros. Tan aislados cada uno en sus propios asuntos, el concepto de estar solo ya no se trata de estar lejos de personas, sino de estar rodeado de personas sin tener una real comunicación con ellas.

Pero si el trabajo es bien pagado, decimos que nos va bien. Y nos sentimos orgullosos de ellos y hasta les decimos a los más jóvenes que si se esfuerzan, podrían encontrar un trabajo tan bueno como el nuestro.

Sin embargo, al llegar el tiempo de las vacaciones, lo primero que se quiere es huir. Huir de la ciudad a alguna playa o campo, siguiendo por al menos una vez el despreciado consejo de nuestro inconsciente, que sabe mejor que nosotros cuánto necesitamos estar cerca de la naturaleza y del aire puro. Huir del trabajo en el que decimos que nos va bien, huir de las presiones, de la vida de la cuidad en la que elegimos vivir, huir de nuestra vida cotidiana y tratar de lograr tener en dos o tres semanas toda la diversión y libertad de la que nos privamos durante once meses y medio por año.

¿O acaso nunca os habéis preguntado por qué tantas personas deciden salir en sus vacaciones a lugares lejanos...?

Pero seguimos con esa rutina. Y es que aunque no sea tan bueno, decimos que la paga lo es. Y es que mantener un auto del año, comprar lo mejor en ropa, ir a los restaurantes de elite y mantener nuestro estilo de vida cuesta caro. Un estilo de vida que juramos a pie juntillas que es el mejor que podríamos tener, a menos, claro, que nos subieran el sueldo, y en ese caso podríamos tener la 'oportunidad' de obtener otras cosas.



La 'oportunidad'... ¿La oportunidad de qué? ¿La oportunidad de adquirir más bienes que apenas tendremos tiempo de usar? ¿La de enviar a nuestros hijos a colegios exclusivos, para asegurarnos de que tengan una educación que les permita tener un buen sueldo y una buena posición, así como sus padres?

¿La oportunidad de tener una mejor cobertura de salud? Claro, una vida de trabajo puede causar depresión, estrés o el temido cáncer, producto del excesivo sedentarismo, la indiferencia del ambiente, el exceso de preocupaciones y muchas cosas más. Pero es que el trabajo que me da el cheque de fin de mes no me permite llevar una vida más sana.

¿De dónde ha nacido este pensar de que el ganar mucho dinero es sinónimo obligado de que uno está muy bien? ¿Cuánto vale mi vida? ¿Por cuánto estoy dispuesto a vender mi tiempo y mis fuerzas? ¿Acaso al mirar el rostro de esas personas se puede ver brillar en su mirada la chispa del éxito del que tanto hablan?

Tal vez es tiempo de hacer un cambio, ¿no?


Dejo una canción de Chancho en Piedra llamada "La vida del oso", muy ad-hoc a este tema:

La Vida Del Oso

Trabajo todo el día para ser feliz
Pero lo que gano, no me alcanza a mí
Tengo más gastos que ingresos
Sin pesos se me llenan los huesos

Un crédito... crédito!!
Un préstamo... préstamo!!
Tengo que sacarme la cresta
Para hacer muchas más horas extras

El dinero no compra felicidad
(Pero puta que ayuda a costearla)
No, no te esfuerces demasiado en ahorrar
(Juega tu sueldo a las carreras)

Trabajas todo el día
Viviendo una rutina
Ya es hora de salir de allí

Y compartir
...
(Así no tienes tantos gastos)
Sal de casa,
da un paseo por allí

(Déjale pega a otros tontos
)

Es una tontería,
Perder más energía
¿Que esperas para ser feliz...?

Hey, es el momento,
De que hagas un movimiento
Que te deje contento

Salir, volar, cambiar...
Dale tiempo al ocio
Con la vida del oso

Ven a completar
Los sueños que algún día quisiste lograr
Salir, volar, cambiar...
Dale tiempo al ocio
Con la vida del oso

Y en mi vida nueva pude encontrar
Mil y una maneras de disfrutar

Ahora puedo hacer, lo que quiero

Prefiero el tiempo al dinero

¡Vida de oso, vida de oso!
Se siente grandioso
llevar una vida de oso


Trabajas todo el día
Viviendo una rutina

Tu vida se termina

Sentado en la oficina
Es una tontería,

Perder más energías

¿QUÉ ESPERAS PARA SER FELIZ...?


(Debo ser cuidadoso
Para no ser perezoso
Ocupa tu tiempo de ocio
En algo más provechoso)

3 comentarios :

Láquesis dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
láquesis dijo...

No, no te conozco, pero me equivoque... llegue a tu blog pensando que era el de una compañera de U (camila) y te escribi... y despues me di cuenta... y por eso lo borre.

En todo caso igual hubiese opinado lo mismo, excepto por el "como va la pega?" que estaba demas en tu caso, pues no conozco tu situacion.

Cuidate

Angelorum dijo...

Pues no lo hubieras borrado :)

eres bienvenida cuando gustes :)