Por una Navidad sin regalos

Ya estamos a principios de diciembre y lo que llamamos espíritu navideño se empieza a ver en las vitrinas de las tiendas.

Pascua Feliz Para Todos, compre aquí, novedades, jugosos descuentos, aproveche la gran oportunidad, compre, compre, compre, regale, regale, regale, comience a pagar en marzo, abril o mayo, use tarjetas y obtenga descuentos, sume puntos con sus compras, hágale a su familia el regalo soñado.

Es triste ver a multitudes de personas comprando regalos para entregar como parte de un rito, de una obligación social, pensando en que sería de mal gusto que no le regalaran algo a Fulanito de Tal, pues él si les dio algo el año pasado. Según las personas más religiosas, esta es una fiesta de amor que conmemora el nacimiento de Jesucristo. Soy un convencido de que los regalos y el consumismo histérico de esta época son del todo innecesarios para demostrar amor y acordarse de Jesús, si es que eso es lo que en verdad quieren hacer.


Propongo una navidad en que nadie se regale NADA. Sí señores, nada de nada. Que abunden los abrazos, las comidas y los reencuentros, pero elimínese la costumbre de entregar obsequios. Estoy seguro de que se tendrían navidades más realajadas, sin gastos obligados y -tal vez- hasta más sinceras. Si quiere regalar algo, cobre valor y diga unos cuantos te quiero, salga a la calle y sonría a las personas, trate de hacer algunos amigos nuevos, ayude a las personas que vea que lo necesiten, sea menos orgulloso y terco con los de su familia, sea comprensivo, sea atento con su perro o con el del vecino si no tiene, y póngase la meta de ser una mejor persona y de dejar de escudarse tras una tontería forrada en papel colorido, con una cinta lacia y una tarjeta que habla de la felicidad y buenos deseos que usted en persona no es capaz de demostrar!