viviendo la vida al máximo
Es como estar rodeado de flashes de luz que se disparan contra nosotros a cada momento, uno tras otro o de muchos a la vez. En la mañana levantarse y salir de prisa al trabajo, luego, ya cansado, ir de prisa a la casa y comer algo, en los tiempos libres ver televisión, donde nos bombardean con programas cada vez más estúpidos en donde las personas hablan superficialidades al por mayor, y con tandas y tandas de publicidad que nos anima a comprar esto o aquello aprovechando la oferta de mil cuotas y empezar a pagar en dos meses más. Y llega el viernes y es hora de salir, beber unas copas, bailar hasta madrugada, despertar tarde y a veces con resaca, encender la tv para ver algo un rato, salir con la familia o quedarse en el sillón.
Y llega de nuevo el lunes y a madrugar de nuevo, y trabajar cansado, peleándose con los demás compañeros día tras días, los cuales están igual o más cabreados que uno. Y los tacos, y las filas en el supermercado, y la comida rápida en el mall, y comprarse ropa nueva porque hay liquidación y tengo tarjeta, pero ya llegan las vacaciones y a salir lejos se ha dicho, para desconectarse un rato, para tratar de recuperar las horas de sueño, la tranquilidad, el buen humor y el sabor de la vida que perdemos año tras año en solo dos míseras semanas en que sobran ganas de vivir de verdad pero en las que muchas veces sólo dan ganas de dormir.
Y tenemos la música de moda que nos habla de sexo, drogas y dinero para llamarnos exitosos, de comida chatarra y de cuerpos esbeltos, menuda ironía, y ¿quién nos metió en la cabeza que para ser exitoso se debía ser competitivo y tener dinero? porque nos pasamos la vida tratando de ser mejores, mejores que el compañero de trabajo, que el vecino, que el conductor de la micro, mejores que cualquier otro, pero no mejor que nosotros mismos, ese tipo de superación personal es poco conocida, y seguimos trabajando en un lugar que no nos gusta, diez horas diarias con la nariz pegada en el computador, en la máquina de la fábrica, en el mostrador, tras el volante, enfrente de la olla, pero nos pagan bien así que nos quedamos, y no le damos importancia al estrés, el mal humor, al cansancio que día a día nos va quitando las energías y nos pasa a cambio un par de notorias ojeras y unos hombros caídos por la resignación de vivir como una máquina, pues para eso tenemos la cafeína y los remedios que nos 'activan' y nos ayudan a seguir estrujándonos más, pero siempre conscientes de que tenemos un buen plan de salud gracias a nuestro salario, y vaya que lo necesitamos con este estilo de vida, y también tendremos una buena jubilación a futuro, para disfrutar, para que cuando ya estamos viejos y arrugados podamos gozar de la vida que perdimos durante cuarenta y tantos años de sacrificio, pero no es tiempo de pensar en eso ahora, en verdad no hay tiempo para pensar, si no es hora de estar trabajando, es hora de estar disfrutando lo bien que estamos, así que a salir se ha dicho, a tomar el móvil con touchscreen y llamar a uun taxi para ir de paseo al mall a relajarse un poco a las nuevas plazas comerciales de entretención, donde vitrinear es el pasatiempo y comprar es divertido, y más tarde a comer y dormir, mañana será un día duro y si nos va mal nadie nos ayudará pues no conocemos a los vecinos, apenas hablamos con la gente del negocio o los que hacen el aseo en el trabajo y no nos importa lo que no nos toca vivir a nosotros.
Y después algunos se quejan de que no se sienten tan bien como esperaban, como si fuera culpa de alguna fuerza misteriosa, y no de su propia estupidez...
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2 comentarios :
Hola! estoy leyendo tus notas, casi todas, como la de las Pastillas del Abuelo.. y la verdad, tus reflexiones son muy buenas.. conisido mucho en lo que pensas.. Gracias por expresarlo :D
Soy de Argentina-Cordoba y tengo 16 años... (:
Muchas gracias ^^
Yo soy de Chile :)
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