Angelorum

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¡Hermano arrepiéntete o arderás!

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Y el predicador iluminado por el celestial rayo de luz que pentraba por la ventana de la iglesia, lleno de inspiración divina, habló así:

"Tú, hombre que caminas a la luz del sol, ciego en tus pensamientos y acciones, déjame recordarte que hay un Dios sobre tu cabeza, que está mirándote y del que no te puedes esconder. Recuerda que naciste pecador y que toda tu vida deberás vivirla luchando con eso. Has de saber que los hombres roban, mienten y se matan porque están lejos de Dios.



Tú mismo pecas en la niñez cuando mientes a tus padres, en la adolescencia cuando  adoptas el sucio hábito de la masturbación, y cuando hombre al no asistir a la iglesia y al protestar contras las autoridades, que Dios puso ahí para tu protección y a las que  debes obedecer.

Y cuando tú jovencita, decides mostrar tu cuerpo  más de lo debido, para exitar a las pasiones que sólo pueden tener cabida en el matrimonio, según dice Dios.

Porque toda la humanidad nace cargada de la culpa de Adán y Eva, es que debemos ponernos del lado de Dios, porque Él dice en su palabra que solo los que tengan fé en Él se salvarán y los demás se irán a la condena eterna.

Así que arrepiéntete pecador, vuelvete de tu camino impío y sigue a Dios, para que él te perdone y te de la vida eterna. O sigue por tu camino egoista y sufre el castigo de Dios.

Porque Dios te ama y por eso te pide que lo sigas para que tengas la Vida. Mas si insistes en darle la espalda y dejas que tus deseos te gobiernen, entonces Dios te dará lo que te ganaste.

¡¡Por eso ama a Dios y sigue su camino!!"


El cristianismo es una religión curiosa. No puedo recordar dónde leí algo así como que la religión cristiana se afirma en que el ser humano nace con el pecado dentro de él, por lo que debe pasar toda su vida reprimiendo sus deseos para lograr estar más a la altura de lo que Dios exige. Y es ese sentimiento de 'yo soy culpable' (o 'yo soy imperfecto', 'yo soy pecador') es lo que debe llevar un cristiano a cuestas, recordando que debe ser bueno para agradarle a Dios.

¿Y para qué queremos agradarle a Dios? para que nos recompense al momento de morir. Se puede apreciar lo desinteresado de la oferta, ¿verdad...?

En una sociedad en donde todo tiene un precio y se mide en términos de coste-beneficio materiales, esta creencia va como anillo al dedo.

Bueno, tampoco seamos pesimistas.  Ya no se queman brujas como antes, se permite que la mujer se case con quien desee y no con quien la elija a ella, se permite que la Biblia la lea cualquiera,  el sexo oral ya no es un pecado mortal, el poder político se ha separado del religioso, el infierno no queda en el centro de la tierra, las iglesias tienen página web...

Vamos mejorando, creo...

Amén ;)

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¿A quien hay que matar?

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El otro día pensaba en la actitud de algunas personas. En el egoísmo de algunas, en en individualismo de muchas, en el orgullo de otras y en el materialismo de casi todas. Reconozco yo mismo, muy a mi pesar, el tener un poco de todas esas. Pero me consuela saber que lucho quitarme esas populares "cualidades" con el ahínco con que un pelícano en una playa contaminada por un derrame de petróleo lucha por quitarse la asquerosa brea que lo envuelve.

Y  he observado a los padres egoístas, individualistas, orgullosos y materialistas cómo crían a sus hijos de la misma forma. Y así sigue la cadena. Casi nadie trata de ser mejor persona. La vida de muchos consiste en conseguir un buen empleo y una linda chica (en el caso de las mujeres ha de ser un hombre exitoso) y pasarla bien.

Aunque hay otros que viven con principios moralistas y que desdeñan a los impenitentes que no hacen como ellos y así llenan su vida de prejuicios y de una lista inmensa y creciente de cosas-que-no-se-deben-hacer para ganar el cielo.



Y yo me pregunto: ¿A quién hay que matar? 

¿A los padres, que no saben criar a sus hijos de una forma mejor? ¿A los políticos, por no ser capaces de construir una sociedad máas justa? ¿A los comerciantes, por implantarnos su maldito sistema económico de "libre mercado"? (libre mercado: que el mercado hace lo que quiere y los consumidores debemos acatar)

¿A quién hay que matar? 

¿A los clérigos y sus bobadas religiosas? ¿A los jueces y su justicia ciega, que no es capaz de ver la injuria ni aplicar un castigo que sirva? ¿O a las estrellas de televisión, para que nos llenen la cabeza con sus patéticos programas de farándula? ¿O a los que fabrican comida desechable, más sabrosa, más artificial y más dañina? ¿O a los que están haciendo pedazos nuestro planeta con su basura?

¿A quién hay que matar?  ....

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¿Quién soy yo? -No lo sé...

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No, no me refiero a ese "no sé" de quien aún está buscando su identidad. No hablo de ese "no sé" que empieza a nacer en la adolescencia, en donde cada uno trata de encajar en algún sitio y tener gustos y opiniones propias.

Me refiero al "no sé" posterior al "sí sé". Permíteme explicarme, te noto algo confundido. Es que de tanto buscar la identidad propia, uno tiene que encontrarla. Puede que no sea la mejor identidad del mundo, pero a la larga todos llegamos a tener una identidad. Nos gusta comer ciertas cosas, salir a ciertas horas, escuchar cierto tipo de música, tenemos alguna creencia, etc.


Pero mira, podríamos cambiar todos nuestros gustos, nuestras creencias  y nuestra rutina -irnos a un país lejano, conocer otras costumbres, por ejemplo- y convertirnos en otra persona. Pero aún así seguiríamos siendo nosotros ¿Me sigues?

Déjame decírtelo de otro modo. De seguro has escuchado de esas personas que tienen toda una vida llena de vicios y de un día a otro deciden dejarlos, comprarse una casa, adoptar un perro, bañarse y vivir una vida tranquila. Y también hay otros que lo han hecho a la inversa.

Lo que te quiero explicar es que, después de que tenemos muy claro cuáles son nuestros gustos y nuestra identidad, el siguiente paso sería  preguntarnos a nosotros mismos: ¿por qué somos así y no de otro modo?. A la larga te darás cuenta de que tú puedes ser de mil maneras distintas si lo quieres. Es cosa de decidirse.

Entonces, cuando ya me he dado cuenta de que soy lo que soy por las cosas que he vivido, pero que podría ser una persona completamente distinta si hubiera vivido otras cosas. En el momento en que acepto que puedo cambiar completamente mi forma de ser y de pensar tantas veces como quiera. Desde el instante en que reconozco que tengo muchas aptitudes en potencia que desconozco  que aún no he usado y que quizás en esta vida jamás usaré. En ese punto de mi vida, es cuando puedo preguntarme:

- ¿Quién soy yo?
Y mi respuesta franca será:
- No lo sé...

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Sesenta años después del fin del mundo

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-    Tú siempre vienes a este cerro –dijo el niño.
-    Si, pequeño. Me gusta ver como se adormece el mundo al final de cada día. De cierta forma me hace sentir con más energías.
-    ¿Y antes también hacías lo mismo?
-    Por antes te refieres a antes del fin, imagino – replicó el anciano.
-    Sí…

El viejo miró a los ojos a su nieto. El niño tenía la mirada curiosa de quien quiere oir una buena historia. La brisa suave y cálida del atardecer, el cielo llameando a los lejos con lenguas violáceas y doradas entre nubes  rojas de fuego y la tranquilidad del campo creaban el ambiente perfecto para recordar, para hablar un poco del pasado. Estaban en la cima de la colina donde él solía venir a meditar. Desde acá se veía el pueblo allá debajo, y los árboles y cerros más allá. Pasado que su nieto jamás conoció, y que difícilmente comprendería. - Mejor así – pensó el anciano.

-    No, pequeño –dijo– Antes no teníamos tiempo para mirar un atardecer. Vivíamos amontonados en cuidades muy grandes, con edificios altos, llenos de casas chicas, que llamábamos departamentos. Todo era acelerado allí. Había que ir a trabajar y quedaba poco tiempo para dormir, poco tiempo para pasarlo bien,  para sentarse un momento y disfrutar de la vida.
-    Y todo eso comenzó cuando se inventó la máquina para provocar catástrofes , ¿verdad? –dijo el niño.
-    Bueno, no en verdad. Eso solo fue la parte final. Desde hace muchos cientos de años ya estábamos mal. La gente era muy egoísta, siempre pensando en ellos mismos y nada más. Creíamos en un dios que nos premiaba con una vida en el cielo si éramos buenos en la vida y hacíamos lo que él decía; y que si no, nos iríamos a sufrir para siempre en un infierno.

Una forma bastante simple de decirlo. Siglos de conocimientos acumulados,  miles de teorías acumuladas, tomadas y desechadas con el correr de los tiempos. Y el invividualismo y la competencia inculcadas desde la niñez. Hay cosas que es mejor no detallar.

-    ¿Un dios aparte de nosotros? ¿Cómo si fuera otra persona? –dijo el niño después de callar un momento.
-    Sí. Como si fuera un ser muy poderoso, y nuestro deber fuera acercarnos a él.
-    Pero eso es tonto. Todos nosotros tenemos al Uno en nuestro interior. Eso lo sabe cualquiera…
-    No en esos tiempos. –el anciano suspira-  Allá cada uno vivía su vida, sin preocuparse de los demás.
-    ¿O sea que nadie se ayudaba? ¿ Y qué pasaba con nuestra conección?

-    Es que es complicado de explicar… –suspira el viejo- Antes vivíamos como si fuesemos los únicos seres inteligentes en el planeta. Entonces,  hacíamos lo que queríamos. Si había que hacer una guerra, talar un bosque o manipular a otros no habían remordimientos.  Si vieras como trabajábamos. Pero ganábamos dinero …


8 de marzo: dia de la Mujer

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Hoy es un día especial, el día de la mujer. Y quiero dedicarles a todas la mujeres que leen esta nota la siguiente canción, que tiene un enfoque interesante hacia las mujeres:



Si yo fuera mujer

Si yo fuera mujer, tendría que empezar por abrir
del todo el telón de fondo del mito virginal,
y del hombre macho...

Si yo fuera mujer podría publicar
miles de razones del secreto de don Juan,
las carcajadas nos harían llorar

Si yo fuera mujer, a mi no me tocaba
un tonto con coche, y música de fondo y pose de John Wayne
me daría el gusto de violarle a él...

Y así, nada de igualdad,
muerte al violador, premio a la infidelidad,
desearía probar eso que ellos llaman nuestra libertad.
si yo fuera mujer, si yo fuera mujer, yo me tendría que querer.

Si yo fuera mujer, no me casaría,
nada de sostén, nada de pastillas, que las tome él
y ahora que lo sabes, ahora tómame...

Y así nada de igualdad,
muerte al violador premio a la infidelidad,
desearía probar eso que ellos llaman nuestra libertad.

Si yo fuera mujer, si fuera mujer, yo me tendría que querer.

Y así nada de igualdad, muerte al violador,
premio a la infidelidad.
Desearía probar eso que ellos llaman nuestra libertad
Si yo fuera mujer, si fuera mujer,
yo me tendría que querer.

Si yo fuera mujer tendría que empezar
por abrir del todo el telón de fondo del mito virginal
y del hombre macho...

Si yo fuera mujer, si yo mujer,
si yo fuera mujer...



_____________




Simplemente, ¡Feliz día y gracias por existir :D !!

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Cuando pase el temblor 2 (Chile 2010)

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(esta es la segunda parte del relato del terremoto. La primera parte la puedes leer acá)

Día dos

La segunda noche pasa entre sobresaltos debido a las réplicas. Me quedo hasta las doce en la casa de unos vecino, quienes decidieron pasar la noche en vela, para que, en caso de ocurrir un nuevo sismo, encontrarlo despierto, sepa uno por qué, pues sus casas no se cayeron si se van a caer. Duermo un poco más que la noche anterior -la del terremoto- pero aún así son pocas horas. Y no soy el único. Me despierto temprano y la transmisión de la radio Bío Bío saliendo desde las radios de los automóviles cuenta con detalle de los avances, los problemas y los estragos de la catástrofe. Y si la prioridad del primer día después del sismo fue conocer el estado de los seres queridos y conseguir agua, a la del segundo día se agrega la de encontrar alimentos. Los negocios pequeños abren y venden mucho, hay filas grandes de personas tratando de comprar todo lo que puedan.

Pero algunos van más allá de las compras y las filas. Los grandes supermercados de Tomé, es decir Bigger, Super 10 y Unimarc, son abiertos a la fuerza y una multitud de personas penetra en ellos cual tsunami humano, arrasando con todo a su paso y procurando agarrar -pues no se puede usar otro término para describir mejor la situación- cualquier producto que esté a su alcance. Los carabineros no pueden hacer nada ante la situación excepto arrojar algunas bombas lacrimógenas dentro de los supermercados, las cuales no consiguen detener a la enloquecida multitud. Cientos de personas de ojos enrojecidos y llorosos producto del gas lacrimógeno salen a empujones y tropezando desde los locales, llevando en sus brazos todo tipo de productos necesarios para la 'supervivencia'.


Aunque al parecer el término supervivencia tiene connotaciones muy dispares, según la persona a la que se le pregunte. Es por eso que vemos a muchas personas saliendo con carros de supermercado llenos a reventar de todo tipo de víveres (o de los que alcanzaron a sacar); pero también a otros que sacan uno, dos,tres y más carros, para quienes quiero pensar que estaban convencidos de que los alimentos escasearían por meses.


Otros, más 'previsores' llenaban camionetas o camiones con mercadería y se la llevaban sepa Dios dónde y regresaban por más. Aunque mi imaginación es grande, me cuesta pensar que esas personas trataban de proveerse comida para una familia numerosa. Y habían muchos otros que solo se concentraban en sacar botellas de alcohol y del más caro posible y en las mayores cantidades alcanzables. Posiblemente estaban dispuestos a morir de borrachos antes de permitir que otro tsunami los mate.

Y si no es porque llegaron las fuerzas especiales, el entusiasmo de la masa por sacar cosas 'gratis' desde los supermercados se habría extendido al saqueo de farmacias, bancos, zapaterías, almacenes de electrónica y línea blanca, bencineras y todo lo que encontraran a su paso.


Al finalizar el día ya no quedaba casi nada en las bodegas de los supermercados y le gente se marchaba a su casa, imagino que tranquilizada de contar con provisiones para soportar la semana, mes o año de supuesta escasez, según el tamaño del botín obtenido por cada uno.



Por mi parte no pude sacar nada (y no por falta de ganas, pero llegué algo tarde, estaba demasiado lleno y no sabía bien el orden de las estanterías de los productos), mas tengo amigos generosos que aunque sacaron bastantes víveres, después los compartieron con los vecinos de su sector y conmigo.

Por la noche terminé en un pequeño asado con carnes 'auspiciadas' por el Supermercado Mayorista Super 10 y algunas cervezas, con la familia de un amigo, afuera de la carpa en que iban a pasar la noche, por si las moscas.

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Cuando pase el temblor 1 (Chile 2010)

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El viernes pasado me encontraba en mi casa, compartiendo una botella de ron y algunas de cerveza con dos amigos. Nada nuevo para un cálido día viernes de verano -porque aún estamos en verano, ¿verdad?-. Cerca de las cuatro ya pensábamos en retirarnos a dormir y nuestra lengua estaba algo traposa. Escuchábamos música, reíamos y hablámos.

De pronto el suelo tiembla. Se mueven las pareces, el sofá, la mesa. Y abro la puerta de mi casa y ya estamos afuera en la calle y todo sigue moviéndose con rabia, como sila tierra quisiera deshacerse de sus habitantes. Las luces se apagan de pronto, las casas en silencio y un aterrador sonido que surge de las profundidades de la tierra, un bramido grave, como el rugido de un mostruo que ha despertado para devorarnos.

¿Cuánto tiempo así? Tres minutos que fueron horas en las que cada interminable segundo nos inyectaba con su dosis de terror, mostrándonos sin lugar a dudas la enorme insignificancia de los mortales. La gente sale de las casas y empiezan a elevarse las voces, los gritos de ayuda al cielo, de perdón y de horror, de ruegos y de ¡basta Señor! mezclados con llantos y desesperación, los que se prolongan mucho después de que el horror se ha calmado. Pues nuestros corazones, contagiados por el terremoto, siguen temblando por algunas horas mientras pensamos en nuestros seres queridos tratando de imaginar que todos ellos estarán bien.

Y nos encontramos con nuestros amigos, que corren en medio de la noche, desesperados como todo el mundo, para asegurarse de que todos están bien. Y horas después a dormir entre sobresaltos causados por las réplicas, preparados a salir en cualquier momento, esperando con una mezcla entre ansia y temor lo que pueda traer el nuevo día.

El nuevo día me encuentra cansado, mal dormido y con una casa que ordenar. Los libros han sido obligados a abandonar sus puestos en los estantes para yacer esparcidos por el suelo, junto con un florero y algunos vidrios rotos. Muebles sacados de su lugar como por una mano invisible durante la noche, un televisor que se cayó de la mesa y que ha sido vuelto a poner en su lugar y varios destrozos. Una vez ordenados intento tomar la rutina diaria. No hay agua potable, la energía eléctrica no ha regresado pero el desayuno lo realizo en forma casi normal. Pero el amargor de la catástrofe aún está en mi paladar.

No enciendo la radio aún para saber de noticias. A través de amigos me entero de las nuevas, las tristes nuevas. El centro de mi ciudad resultó muy dañado. El mar se salió y alcanzó hasta la plaza. Hay un puente con fisuras, hay casas derrumbadas y a punto de derrumbarse, hay gente herida y gente muerta también. En un recorrido en automóvil podemos ver que todo eso es la cruda realidad. Y pensar que hasta ayer las cosas iban bien... pero hoy se le ha puesto un alto a todo. No hay negocios abiertos, la Municipalidad está operando en un gimnasio, no hay movilización urbana... La ciudad está malherida.



Y casi no se ven carabineros, para disgusto de muchos nadie está haciendo nada. Hay gente con casas destruídas, los semáforos dejaron de funcionar ¿Y los enfermeros? ¿Donde están todos? ¿Y los bomberos? 'Gente irresponsable, pésima organización', pensamos todos. Pero con el avanzar de la mañana un terrible rumor empieza a tomar forma. En el poblado de Dichato, a veinte minutos de Tomé, se levantó un tsunami que arrasó con los restaurantes, las casas y todo lo que estuviera cerca de la costa, dejando solo destrozos y muchos muertos. Y se descubre que los carabineros, enfermeros y bomberos ausentes estaban en Dichato desde primeras horas de la mañana buscando personas atrapadas, heridos y cadáveres entre un mar de destrucción de calles y calles.



Pero escasea el agua, y es necesario procurarse una cantidad importante, pues no sabemos cuánto durará esta maldición. Y las noticias de la radio Bío Bío, una de las pocas que emiten señal, nos dice desde los receptores de radio de los automóviles que en Concepción se derrumbó un edificio de quince pisos, que hay carreteras dañadas, que la ciudad de Lota sufrió gravísimos daños, al igual que Talcahuano, Chiguayante y muchas otras localidades del país. Y que estuvimos ubicados en el epicentro del terremoto de 8,8 grados. Y recién empezamos a darnos cuenta de dónde estamos metidos.



Y no hay señal telefónica. Y no podemos contactar a nuestros seres queridos. Y no sabemos qué pasará después.

(continuará)

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